Se trata de una figura de cambio de tendencia, siendo una de las más importantes y más fiables. Indica el final de un ciclo, alcista o bajista. La simetría y el volumen son muy importantes para el desarrollo de la figura.
Hombro-Cabeza-Hombro
Se forma con tres máximos, siendo el primero y el tercer de un nivel similar y el segundo superior a ambos. La línea que uno los dos mínimos significativos entre el primer y el tercer máximo se denomina cuello (neckline) y es la que marca la activación de la figura.
El volumen va determinando la formación de la figura. En el primer hombro el volumen va creciendo y es mayor que la media, hasta que llega al pico donde el volumen decrece y la cotización desciende. Tras haber llegado al primer hombro vuelve a entrar volumen y sube la cotización hasta el pico de la cabeza, donde vuelve a descender el volumen y el precio vuelve a caer a los niveles del hombro. El segundo hombro también tiene un aumento de volumen respecto a la media, pero es menor que en los casos anteriores, dando así pistas de la debilidad del impulso.
La rotura del cuello debe darse con un volumen relevante, superior a la media, ya que de esa manera podemos dar mayor fiabilidad a la figura. Si el volumen no acompaña en la rotura la fiabilidad desciende de manera importante.
El objetivo que debe conseguir la figura será la distancia entre el cuello y el pico de la cabeza, siempre por debajo del cuello. Puede darse un intento de volver a superar la línea perdida, pero si no la supera de manera clara con aumento de volumen no será nada más que un rebote.
Hombro-Cabeza-Hombro invertido
Se forma con tres mínimos, siendo el primero y el tercer de un nivel similar y el segundo inferior a ambos. La línea que uno los dos máximos significativos entre el primer y el tercer mínimo se denomina cuello (neckline) y es la que marca la activación de la figura.
El volumen va determinando la formación de la figura. En el primer hombro el volumen va creciendo y es mayor que la media, hasta que llega al pico donde el volumen decrece y la cotización recupera. Tras haber llegado al primer hombro vuelve a entrar volumen y desciende la cotización hasta el pico de la cabeza, donde vuelve a descender el volumen y el precio vuelve a recuperar a los niveles del hombro. El segundo hombro también tiene un aumento de volumen respecto a la media, pero es menor que en los casos anteriores, dando así pistas de la debilidad del impulso.
La rotura del cuello debe darse con un volumen relevante, superior a la media, ya que de esa manera podemos dar mayor fiabilidad a la figura. Si el volumen no acompaña en la rotura la fiabilidad desciende de manera importante.
El objetivo que debe conseguir la figura será la distancia entre el cuello y el pico de la cabeza, siempre por encima del cuello. Puede darse un intento de volver a superar la línea superada, pero si no la pierde de manera clara con aumento de volumen no será nada más que un rebote.